jueves, 20 de noviembre de 2008

La condena de Migliore



La desgracia futbolística puede estar a la vuelta de la esquina. Bien lo sabe Caszely y su malogrado penal del 82. También lo saben los familiares de Andrés Escobar, el jugador colombiano que punteó la pelota contra su propio arco en Estados Unidos 94, y que, al regreso a su país, encontró la muerte a manos de un hincha que no supo perdonar.
Pablo Migliore, arquero de Racing Club de Avellaneda, de alguna manera está emparentado con Caszely y Escobar. Ya no importa cuantos balones saque de la raya, cuantas pelotas con mano cambiada rasguñe por arriba del travesaño. A Migliore-y a los hinchas-le va a ser imposible olvidar el día en que quiso patear la pelota hasta la mitad de la cancha, interponiéndose en su camino, sin la más mínima intención, la nuca del delantero de Colón de Santa Fe, Esteban “Bichi” Fuertes.
Menos mal que en Racing, el equipo de Migliore, están acostumbrados a las tragedias. Los de la acadé pasaron 35 años exactos sin levantar un copa del torneo nacional y, entre medio, se fueron al descenso en los ochenta y a la quiebra a finales de los noventa. Como suele suceder con los equipos que son un desastre, todos esos sujetos necesitados de drama, acicalados por la idea romántica del perdedor, terminan transformándose en seguidores. Y cada vez que pasa una mini hecatombe como la de Migliore, se auto convencen de que ese tipo de cosas sólo les pasa a ellos. Es el sino de Racing. La maldición de Racing. Una maldición que alguna vez tuvo la U aquí en Chile, pero que dejó de existir cuando el equipo ganó un par de títulos y sus hinchas se aburguesaron y se creyeron ganadores.
Como sea. A Migliore le sirvió ser de de Racing. Hacia el final del video los hinchas se ponen a cantar como si estuvieran poseídos para demostrar “aguante”. En Boca, en River o en Independiente, el error no se habría dejado pasar así tan fácil.
Nota aparte para el Bichi Fuertes, que cuando se da cuenta que la pelota entra en el arco, sale a celebrar como si hubiera hecho un gol de media chilena. Mal Migliore, pero lo de Fuertes fue caradura.
Lo único cierto en todo esto es que el portero de Racing necesita armar su mente de nuevo. Y acostumbrarse a su nueva vida.
Porque el gol ese, se lo van a sacar en cara hasta el día en que deje de respirar.

1 comentario:

Profe Verónica dijo...

ummm que lindo es este escritor