martes, 24 de junio de 2008

I Don´t Wanna Grow Up

Los covers me tienen aburrido. Ya no sorprende escuchar a los Stones en Bossa Nova o a Oasis en versión crooner. Alguna vez fue novedoso, pero ya no. Latea. Ahora, cada vez que escucho un cover, me dan ganas de escuchar la versión original. De hecho, hay veces en que la canción original es vista como un cover, y el cover es visto como la original. Pasó hace algunos años con los Ramones y Tom Waits. Los Ramones hicieron I don´t wanna grow up y fue un semi hit. Pero pocos repararon en que la canción venía del rudo e inclasificable Tom Waits. Estéticas diametralmente opuestas, pero las dos valen la pena. No sé, escribo esto porque tengo ganas de subir los dos videos, ver si alguien se atreve a dar un veredicto.
Igual me cargan los covers. Menos este de los Ramones.

Tom Waits


Ramones

martes, 10 de junio de 2008

Manifiesto 8: Leer


Uno de los grandes debates en la literatura siempre ha sido el por qué se lee. O más bien, si te hace una mejor persona ser un lector. Como que la cultura, la literatura, son palabras tan santificadas, que uno tiende a creer que sí, que ser un devoto sí te hace mejor persona. De otra forma estaríamos poniendo en duda gran parte de lo que llamamos civilización. Por otro lado, nadie se pregunta si ser un matemático o un ingeniero te hace mejor persona, de hecho, nadie da un peso por ellos en el plano moral.
Mucho se dice también, que si el mundo estuviera regido por gente que lee, la cosa sería diferente, estaríamos viviendo en un planeta más humano, pero probablemente más caótico. Lo de caótico lo pongo yo, pero de esa premisa, la del mundo más humano, viene la famosa frase del poeta romántico Shelley en su ensayo En Defensa de la Poesía, esa que dice que los poetas son los legisladores no reconocidos del mundo.
Puede que en su contexto la frase haya funcionado, pero ahora está muy lejos de hacerlo. No voy a entrar en el típico argumento de que ahora hay cable e Internet y radio y que casi nadie lee. Mi idea es sólo decir que en tiempos de Shelley casi todos leían, incluso los más poderosos eran letrados, y el mundo se la pasaba de pelotudes en pelotudes. Y cada una de esas pelotudeces costaban millones de vidas en guerras que no terminaban nunca.
Hace poco le vi una frase al poeta chileno Vicente Huidobro que refuerza esta idea: ¿Cambia un hombre que ha leído todo Shakespeare, o todo Cervantes, o Pascal o Montaigne o Dostoievsky? Sí, Cambia. Y si a la mayoría no le pasa nada es porque no ha comprendido nada.
Algo de razón tiene Huidobro al decir eso, aunque él viene de la casta de los que no trabajan y tienen todo el tiempo del mundo para leer. Al final se puede decir que la lectura tiene el potencial de hacerte un mejor hombre o mujer, pero sus efectos dependen de dos cosas: tú grado de comprensión de lo que lees, y por último, del tipo de información que estás leyendo.
Es que los escritores son toda gente manipuladora, tipos que te puede enganchar con un par de giros idiomáticos. Hitler fue escritor, escribió Mi Lucha, y lo más probable es que la mayoría de las personas que leyeron el libro no salieron bien paradas en el campo ético. Desde ese punto de vista, Hitler fue un escritor tremendamente exitoso. Algo parecido, pasa con Bertold Brecht. El tipo se hizo tremendamente famoso por ser un dramaturgo tremendamente moral, pero en su vida personal era un verdadero perro. Escribiendo hizo creer que era bueno, cuando en realidad era malo. Claro, el tipo escapó de Hitler, lo que nadie dice que esté mal, pero en sus últimos días se paseaba por Berlin oriental con el auto más caro de la ciudad. Brecht, al igual que Neruda, escribió propaganda que poco tenía que ver con su vida, fue un marxista burgués, pero así y todo es un héroe para muchos. Eso sólo lo puede lograr el arte de escribir bien. O leer mal.
Por eso da un poco de risa cuando se dice que vamos a ser mejores si leemos más. Puede que nos haga más completos, pero no sé si mejores en el sentido ético de la palabra. De hecho, me parece que se puede aprender más viendo a la doctora Polo que leyendo a un sicópata-escritor como Easton Ellis.
Difícil llegar a una conclusión. Definitivamente leer hace bien, pero dudo que te haga mejor.